Cuando se intenta aumentar la participación democrática de los alumnos de Secundaria no son pocos los límites y dificultades que se interponen en el camino. La experiencia que relata el autor del artículo reflexiona sobre el «corsé» que las culturas y dinámicas escolares conllevan cuando se quieren crear espacios de decisión e implicación del alumnado. Solo se puede avanzar si aflora el significado profundo de la palabra democracia.