En Evangelii Gaudium dice el papa Francisco que vivimos en un mundo marcado por la exclusión, la desigualdad social y la globalización de la indiferencia frente a estos graves problemas sociales. Él sitúa estos problemas en el centro de la reflexión teológica y de evangelización al afirmar que está cultura es producto de la " idolatría del dinero", una nueva versión de la adoración del becerro oro. Este artículo muestra cómo esa crítica teológica fue gestada dentro de la teología de la liberación, así como la importancia de la crítica teológica de la economía para vivir una fe no idolátrica.
