No se conforme con una teología de despacho. Que el lugar de sus reflexiones sean las fronteras...También los teólogos, como los buenos pastores, huelen a pueblo y a calle y, con una reflexión, derrama, ungüento y vino en las heridas de los hombres. Que la teología se expresión de una Iglesia que es "hospital de campo", que vive su misión de salvación y curación en el mundo.