Actualmente, las dificultades en el aprendizaje escolar como sospecha de TDAH se han convertido en una de las consultas más frecuentes en los centros de salud mental infanto-juvenil. En este artículo analizamos cómo el auge de un modelo clínico neurobiológico y las particularidades del sistema educativo actual, que privilegia en su metodología el recurso de los deberes, contribuyen a este fenómeno.