Los relatos de experiencia abren nuevas posibilidades docentes, todavía más evidentes cuando se ponen en juego con los estudiantes universitarios. Más que buscar “lo que dicen” los relatos, se les invita a dejar que estos “les digan”. Se aproximan al mundo que recrea la maestra o maestro en su aula y se interrogan sobre la forma en que se relacionan con aquello que pasa.