La formación inicial no solo es necesaria sino que resulta imprescindible para dotar a los futuros profesionales de las capacidades que les permitan mejorar la calidad de la enseñanza, innovar desde la perspectiva metodológica y ser críticos y autocríticos. Pero ¿es el deseo equivalente a la realidad? o ¿son solo buenos propósitos? ¿Qué dicen los informes? ¿Cómo es fuera de nuestro país?