Estamos ante una profesión regida, casi en su integridad, por normativa de empleo público. Casi tres cuartas partes de sus profesionales son empleados públicos y la gran mayoría está sujeta a una importante intervención de las administraciones educativas en lo que a gestión de personal se refiere. Además, en el análisis que se lleva a cabo en este artículo se evidencia la enorme presencia femenina en el ámbito docente.