La comuna 21 de Cali, una de las zonas más afectadas por la criminalidad que agobia a sus habitantes, es el escenario de un proyecto cultural formidable: la escuela de Música Desepaz. Desde 2005, la comunidad empezó a gestar este sueño. La iglesia del barrio Compartir fue el escenario donde los niños, jóvenes y padres tuvieron las primeras asesorías de los músicos de la Orquesta Filarmónica de Cali y de profesión corporal, teatro y ética.