El reto que se plantea esta comunidad educativa es aplicar un modelo dialógico de convivencia que establezca relaciones exentas de violencia desde los 0 años y prevenga la violencia de género. El club de valientes, el escudo de amigos y la cortina mágica son algunas de las herramientas que el alumnado utiliza para conseguir una verdadera escuela sin violencia.