Seis docentes acompañan al cine a 142 adolescentes, con cierto temor a que el film provoque rechazo, pero no es así. Después, en una charla-debate entre ellos, reconocen que ver el film ha sido como observarse a sí mismos, su propia reacción en situaciones conflictivas y el papel de los colegas, que más que soluciones pueden ofrecer compañía. Consensúan algunas críticas al sistema, al tiempo que comprenden que así es el trabajo docente, "duro, aunque nos sigue gustando hacerlo".