¿Puede un colegio específico avanzar con paso firme hacia la inclusión sin abandonar su naturaleza de centro de Educación Especial? En el CEE Gargasindi, de Calp (Marina Alta, Alicante), tienen muy claro que la respuesta es afirmativa. La escuela, en la que crecen y estudian 56 alumnos y alumnas con diversidad funcional, decidió hace dos años transformarse en comunidad de aprendizaje. Hoy, docentes, familias y voluntarios caminan de la mano para proporcionar al alumnado la mayor cantidad de experiencias en entornos normalizados.