El presente artículo busca sensibilizar a la comunidad educativa para que comprenda la familia como un sistema de apoyo instrumental y afectivo para las nuevas generaciones, y dotarle de nuevos patrones de acción y relación familiar, como son los estilos parentales; esto, considerando que la mayor parte de la controversia sobre lo que constituye una buena o mala paternidad, tiene que ver precisamente con los estilos parentales. Las reflexiones que se deriven de este desafío no se deben esquivar, pues facilitan conocer y comprender mejor a la familia como un sistema dinámico o interactivo, en el que padres e hijos se influyen entre sí.