Hace ya 15 años trabajamos en las redes pedagógicas; las llamamos así porque las hemos ido configurando para que puedan ingresar todos aquellos colegas con experiencia en investigación o que deseen hacer investigación, pero, especialmente, que tengan la disposición para formarse como investigadores; esa es una diferencia entre una red de investigadores y una académica. En las redes de investigadores se supone que todos los miembros son de instituciones de educación superior o de institutos de alto nivel, y no necesitan preocuparse por formarse en investigación porque ya están más que formados; en las redes académicas el principal interés es desarrollar el aspecto disciplinar. La especificidad de la red pedagógica es hacer investigación (llegar a ese nivel de los colegas que podríamos llamar consagrados), y trabajar en campos del conocimiento que reditúen en la práctica docente para elevar los niveles de aprendizaje de los niños y del profesorado. Pero además hacemos énfasis en la auto-formación, porque entendemos la pedagogía no solo como una práctica, sino como una forma de pensar y de pensarse, que requiere de procesos internos particulares. Entonces se trata de investigadores que no pierden su naturaleza docente, sino que empiezan a generar propuestas teóricas, tanto en el campo de la metodología de la investigación, como en los elementos de la formación o de la didáctica; desde esta práctica comienzan a re-significarse a sí mismos. Esa es la esencia de las redes pedagógicas como las hemos venido perfilando