Diseñar y gestionar un proyecto lingüístico de centro requiere una suma de voluntades por parte de todas las personas implicadas para que este llegue a un buen fin y se observe un cambio sustancial en la competencia en comunicación lingüística del alumnado. Sin embargo, a cometer estos retos supone un valor añadido para el centro que lo afronta, pues implica cambios en profundidad en su organización.