Mandar callar no es lo mismo que hacer silencio. Sobre esta premisa, el autor pone en marcha un proceso que altera la antigua regla de hacer callar. Docente y alumnado comparten la gestión y la conducción de una actividad musical. El trabajo en parejas y en grupo genera diálogos y conversaciones que pueden ser acumulativas, disputativas o exploratorias, y que se suceden en el marco de una secuencia didáctica.