La educación ambiental debe incentivar el dialogo de saberes, teniendo en cuenta la diversidad cultural de nuestro país, reconocida la constitución de 1991. Trabajar conjuntamente la academia, las instituciones y las comunidades, para rescatar el conocimiento y el manejo que han hecho del entorno, los campesinos, indígenas y afro-colombianos y tenerlo en cuenta en los PARE y PROCEDAS, estrategias de Educación Ambiental propuestas por la Política Nacional de Educación Ambiental. La contribución y apoyo de los educadores Ambientales, con los trabajos en los Establecimientos Educativos de todo el país, es fundamental para lograr este reconocimiento y valorización de los SABERES tradicionales, que permiten hacer "visible" a esos otros colombianos "poco visibles" en el mundo globalizado de hoy.