La complejidad de la educación ambiental lleva a nuestros enfoques que deben ser abordados: el análisis de situaciones y la gestión de acciones reales. Es necesario buscar formas de integrar diferentes disciplinas para enfocar un problema y relacionar conceptos teóricos con aplicaciones específicas a la vida diaria, de manera que involucre actividades dentro y fuera de la escuela. Por tanto, se precisa apoyar la formación permanente de los profesores en una perspectiva de investigación y de acción.