El mundo en el que vivimos va en procesos acelerados de deterioro ambiental. Así lo demuestra la destrucción de la capa de ozono, el cambio climático, la erosión y desertificación, el deterioro del agua, del bosque y del suelo. El paisaje del planeta definitivamente se ha modificado. El urbanismo acelerado, la explosión demográfica, los cinturones de miseria, entre otros aspectos, hacen cada vez más compleja y difíciles las tareas de planificación ambiental, de ordenamiento urbano y del territorio, y la planificación ambiental, de ordenamiento urbano y del territorio, y la planificación del desarrollo; también, la educación, la gestión, la gobernabilidad y la convivencia. El planeta tierra, el planeta viviente, el planeta vivo y, mejor llamado aún, el planeta azul, ese espectacular escenario para la vida en todas sus formas y manifestaciones viene siendo amenazado en su sostenibilidad y armonía ecológica. Las dinámicas culturales del hombre impactan los diferentes lugares, y el hábitat para los seres vivos sobre la tierra. Se plantean algunas estrategias para alcanzar la conservación del planeta: la educación como reto del desarrollo sostenible, la participación de acuerdo con la Agenda 21, la formación de una cultura ambiental, la pedagogía y gestión ambiental.