Hace 25 años vino a Bogotá para un intercambio estudiantil de seis meses, una adolescente de 15 años. Al día siguiente de su llegada su nueva familia la llevó a un paseo por los alrededores de Bogotá. De repente la joven ordenó parar el vehículo y se bajó a hacerle las 36 fotos que tenía su rollo fotográfico a una vaca que vio al borde de la carretera. Explicó que era la primera vez que veía una vaca con pelos, señales, cuernos ubre, patas y cola de verdad. La niña vivía en la segunda planta de un edifico de 50 pisos en Nueva York y según explicó, el sol nunca llega directamente hasta su casa pues los rascacielos vecinos lo impiden ; por lo demás, nunca había salido al campo. Crónica historia que se presta para todos los análisis y conclusiones. La más elemental sería que el hombre moderno vive muy alejado de la Naturaleza y de la vida.