Desde sus orígenes el movimiento pedagógico Colombiano ha generado espacios de reflexión y argumentación, a partir de dos ejes fundamentales: la defensa de la educación pública y la dignificación de la profesión docente. Su aporte durante los últimos años ha fortalecido la discusión sobre la necesidad de generar una propuesta educativa que permita formación digna e integral de los niños, niñas, y jóvenes colombianos; en esa medida, desde 2007 ha impulsado la construcción del Proyecto Educativo y Pedagógico Alternativo – PEPA – y el desarrollo de las experiencias Pedagógicas Alternativas, como vía a la transformación de las práctica pedagógicas y de la escuela como espacio auténticamente democrático.