Jóvenes de distintos centros docentes fueron invitados a realizar una investigación etnográfica sobre sus modos de comunicarse y de aprender dentro y fuera del centro. Se constató que su implicación crece cuando son considerados sujetos activos, creativos y con autoría que se responsabilizan de sus aprendizajes y de sus evaluaciones. El alumnado que se involucra en procesos de indagación compartidos puede aprender con sentido.