Cada vez se habla más de la necesidad de que las marcas evolucionen hacia la omnicanalidad para poder satisfacer a un cliente que utiliza a su conveniencia los diferentes canales de comunicación. Muchas de ellas, sin embargo, no han establecido las estrategias adecuadas para integrar con éxito el canal online y el canal offline (tienda física). Este hecho plantea a diario situaciones problemáticas no solo para el cliente, sino para el propio vendedo