Compacto, altamente interconectado y con más células nerviosas que el resto del cerebro en su conjunto: se trata del cerebelo. Durante largo tiempo, los investigadores creyeron que este órgano era ante todo el responsable de la coordinación y sincronización fina de los movimientos. Hoy en día se le atribuye, además, una función importante en procesos cognitivos superiores, como el habla, la imaginación y la atención.