El autor parte del problema inherente a una formación científica y tecnológica, a saber, la falta de valores ´éticos y el poco cuidado por el trato humano del paciente. Ante todo, la solución debe partir de la calidad humana y ética de directivos y profesores y del hambiente humano de las facultades de medicina y de los hospitales universitarios. La bioética no debe entenderse como algo paralelo a la formación académica y científica, sino como el espíritu y los valores que animen a la institución académica a sus directivos y profesores. La bioética es más un método que una ciencia. Hay que explicar a los alumnos la manera de participar creativamente en los diálogos bioéticos, guardando las normas que deben observase durante las discusiones.