En 2010, cuando las marcas de distribución aceleraban su ritmo de crecimiento y el consumidor se resentía de la crisis, Nestlé, como marca de fabricante, reaccionó. Nació la campaña “A gusto con la vida”, gracias a la cual consiguió un fuerte crecimiento de mercado y recuperó notoriedad. El proceso supuso “poner a trabajar” a todas sus ‘product brands’ para la marca corporativa, rediseñar su estrategia de comunicación y ahondar, más que nunca, en los comportamientos de compra del nuevo consumidor