La actual investigación sobre el sentido social del consumo está definiendo claramente tres “mundos” bien diferenciados: el del esplendor de las marcas (explosión consumista), el de la desconfianza del consumidor (márketing instructivo) y, finalmente, el de consumidor que incorpora preocupaciones ciudadanas en el acto de consumo y el de unas marcas que apuestan por llamado "márketing de baja intensidad".