Se propone transitar los límites de los cuerpos asumidos como anormales, alrededor del eje anormalidad, transgresión, fuga. Dicha aproximación se realiza desde la noción de provocacción como forma de develar lógicas excluyentes y discriminantes, y como praxis transformativa de las relaciones de poder. El texto queda abierto en torno a los ejes de la transformación de los investigadores durante la experiencia, la valoración de lo emocional frente a lo racional, el producto de la investigación como una provocacción en sí misma y las relaciones de poder ejercidas a través de los cuerpos anormales.