Este texto da cuenta de una experiencia investigativa narrativa llevada a cabo con estudiantes de tercer y cuarto grados (2008-2009) de la Escuela Urbana Medellín, sección de la Institución Educativa San Pablo, la cual me permitió, como maestra, reflexionar en torno a las particularidades del mundo social en el que se encuentran los niños y las niñas, y reconstruir mis procesos de subjetivación a través de la narrativa como posibilidad para pensarme distinto. Además, generar, para los estudiantes, mediante la lectura de cuentos, espacios reflexivos que les permitiese movilizar su pensamiento para verse, pensarse y sentirse diferentes.