La Compañía de Jesús tomó la decisión de construir una nueva sede para el Colegio San José en Barranquilla, que cubriera ampliamente las necesidades integrales de formación, docentes y de esparcimiento de los alumnos; prestara servicios a la comunidad en el campo del culto religioso, cultural, deportivo y de esparcimiento, y diera un paso adelante en ahorro energético y cuidado medioambiental. En este caso se trató de pasar de las grandes teorías a los hechos concretos. Para tener unas directrices de amplio reconocimiento internacional, se decidió usar la normatividad de U.S. Green Building Council (USGBC), y se buscó construir un edificio que cumpliera con las condiciones LEED (Leandership in Energy and Environmental Desing), aspirando a categoría Plata.