La privacidad es esencial en las sociedades democráticas y un elemento cardinal para vivir libres. Anhelamos no ser víctimas del espionaje y de la intromisión indebida de ciertas facetas de nuestras vidas por parte de las autoridades y los particulares. En fin, los seres humanos queremos que nuestra vida no sea vigilada y controlada ilegalmente por el Estado y por nuestros semejantes.