Avanzamos de a poco, adentrándonos por entre el bosque lluvioso. Como instructor certificado de Outward Bound, soy líder de un grupo de diez estudiantes y dos instructores quienes atravesamos por árboles caídos, descendiendo por resbaladizas pendientes y cruzando fuertes corrientes. Recorremos las cumbres con derrumbes a sus lados, desde ellas tenemos espectaculares vistas de las verdes y lejanas lomas, las que raramente son perceptibles desde los colosales árboles que nos rodean aquí en la selva. Aún en esas lomas existen pocos árboles ya quemados que habitan entre el blanco ganado que devora el vibrante verde de lo que antes fuera una selva pura.