Antes de hablar del amor liquido es preciso hablar del amor propiamente dicho. Por paradojico que resulte en una sociedad donde predomina la mentalidad cristiana, no es el mito del desencuentro de Adán y Eva el que sirve hoy de referencia al amor, en el que se ha instalado de entrada una desarmonia a causa del pecado original, sino precisamente el mito inventado por Platon en el Banquete, en boca de un cómico. Dice Aristofanes. "En primer lugar, tres eran los sexos de las personas, no dos, como ahora, masculina y femenino, sino que había, ademas, un tercero [...] el andrógino [que] participaba de uno y de otro [...] En segundo lugar, la forma de cada persona era redonda en totalidad, con la espalda y los costados en forma de círculo. Tenía cuatro manos, mismo número de pies que de manos y dos rostros perfectamente tenía cuatro manos, mismo número de de pies de manos y dos rostros perfectamente iguales sobre un cuello circular. Y sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, una sola cabeza, y ademas cuatro orejas, dos organos sexuales [...]
