Los tratados de libre comercio podrían ser una circunstancia feliz... o complicada, dependiendo de si se pueden aprovechar y de quién lo haga. Podrían facilitar el comercio y el crecimiento; por lo menos con dicho argumento el presidente Obama accedió a tramitar ante su Congreso y luego firmar los esperados TLC con Colombia, Panamá y Corea del Sur.