Existe en algunas naciones de la América Latina el gravísimo problema del proletariado rural, cuyas condiciones han sido mil veces descritas. Pío XII dijo que el proletariado rural tenía que desaparecer. Los Obispos de la América Latina reunidos en Rio de Janeiro también demostraron su preocupación por este problema del proletariado rural en sus naciones. Tan grave es el problema que algunos creen que no tienen solución y que es imposible elevar en todas las esferas de la vida al proletario rural, esté constituido por indios o por mestizos, porque le falta un principio interno de voluntad afectiva de elevación por más que se haga desde fuera para despertar esta voluntad.
