Tras subrayar que el franciscanismo no es más que la experiencia humana de Santo Fracico s de Asís, ya que superó como un movimiento evangélico muy consciente al contenido de la creencia en la creación y incarcantion, el autor desarrolla ciertas características de este movimiento, que no sólo han tenido validez histórica, sino que siguen siendo en gran medida el futuro y la utopía Posible, objeto de la protección y la esperanza. Señala primero el punto de partida y luego el punto de vista de su ensayo, para seguir adelante con los detalles que juzga las actitudes existenciales primordiales. Estos serían: cómo aprender a habitar, para corregir la memoria, de asumir la negativa y superar las cosas antagónicas; así como la captura de la nueva de la escatológica, la gratuidad en frente de todo el consumismo, el ser acogedor y terminan asumiendo la muerte como un elemento de nuestra vida terrestre. El autor desarrolla otros dos puntos significativos del franciscanismo, como la civilización de la paz y la armonía con la naturaleza, así como una cultura lúdica, propios de una manera especial de tratar la divinidad de esta locura de Dios que fue el Poverello de Asís.