Este artículo analiza las relaciones sociales que se establecen entre los estudiantes sordos y sus compañeros oyentes, escolarizados en centros ordinarios de secundaria en modalidad comunicativa oral. El estudio versa sobre una muestra de veinte adolescentes sordos y veinte oyentes. Mediante un sociograma se analizan las elecciones y rechazos que reciben los alumnos de la muestra por parte de los compañeros de clase y los argumentos que sustentan estas elecciones y rechazos. Los resultados muestran que el alumnado con sordera tiene, en general, una posición social integrada, aunque no adopten el rol de líderes. Es al final de la adolescencia cuando aparecen casos de adolescentes sordos no integrados. Finalmente, se aportan implicaciones educativas para la mejora de la interacción social.