Cuando un exégeta emprende el estudio de un tema bíblico, habitualmente acude en primera instancia a sus concordancias. Busca las palabras claves y la concordancia las da en todas sus ocurrencias. En este caso, este recurso no funciona sino a medias. Si bien el problema de la inculturación es de todos los tiempos y figura en cada página de la Biblia, su tematización sistemática es reciente y la misma palabra "inculturación" ha sido acuñada hace apenas medio. siglo. Por supuesto, la Biblia no define la inculturación, pero sí nos presenta múltiples situaciones en las cuales uno descubre este proceso. Esto nos invita a precisar qué sentido le vamos a dar en este trabajo.
