Según la teoría mimética en el pensamiento antisistémico, la libertad religiosa no es solo una cuestión legal, sino también antropológica y estructural: ¿cómo pueden resistir los creyentes a los poderes hegemónicos (sociales, políticos, religiosos y mediáticos) mediante una libertad religiosa resignificada en el siglo XX? Una expresión de este nuevo paradigma la constituyen las resistencias religiosas de los pueblos indígenas en América Latina y el Caribe, como también de otros movimientos civiles de víctimas, que abren la esperanza a la humanidad desde el otro lado del poder global.