Los secuestros de los alcaldes y, sobre todo, el secuestro de la hija del presidente Duarte, han desatado una serie de acontecimientos políticos de gran magnitud. Este artículo analiza políticamente el curso de los acontecimientos hasta llegar a su desenlace. Las bases de documentación son principalmente las comunicaciones entre la presidencia y el comando Pedro Pablo Castillo, tal como pudieron ser captadas por los periodistas, las distintas manifestaciones públicas de las partes interesadas y noticias periodísticas que han podido ser confirmadas. Tras la narración crítica de los diversos pasos y etapas, se concluye el artículo con 12 puntos de reflexión que sirven para medir la importancia de lo ocurrido y pueden contribuir a su interpretación correcta.
