Este documento se confiere a sí mismo justificación académica, y a la vez política, porque considera la idea de ofrecer un texto que posibilite el debate en torno a la distinción y soberanía que un ámbito de formación universitaria denominado posgrados, en el campo de la educación ha de tener. En este sentido, pensar en términos amplios la universidad, y en términos restringidos los posgrados en educación, exige una reflexión sobre las condiciones pedagógicas y políticas que dan sentido a la llamada escuela de la investigación (Humboldt). Así pues, la distinción y la soberanía de posgrados en educación ponen de manifiesto la reflexión sobre el por qué hacemos lo que hacemos, y luego intentar reconstruir cómo hacemos lo que hacemos. La postura de este texto es de corte crítico teórico, en cuanto pretende ejercer la crítica en todas sus consecuencias, hasta llevarla al nivel más ético de su ejercicio: la autocrítica.