El actual proceso de inculturación de la fe "nos exige rehacer" la catequesis y sus instrumentos. En todo el continente, personas y comunidades enseñan la fe, con inmensa sabiduría y generosidad. Se puede decir que en la labor eclesial latinoamericana, lo más amplio y profundo es la catequesis. Porque involucra a millones, al laicado, a la mujer, a la comunidad de base, a estructuras e instituciones guiadas por la jerarquía. Y, sobre todo, porque cultiva la espiritualidad cotidiana del pueblo de Dios en su caminar histórico. Junto con ver estos y otros rasgos admirables, resaltan por otra parte unos grandes vacíos. Aquí sólo considero la, hasta ahora, insuficiente enseñanza inculturada de la fe.