El Catolicismo Social, aunque fue un movimiento eclesial poco actuante en América Latina, en realidad, es el principal actor del proceso de reconciliación de la Iglesia con el mundo moderno. Para demostrar eso, el autor, en un primer momento hace una caracterización del mundo contra el cual se opuso inicialmente el Catolicismo Social; en un segundo, expone la reacción de la Iglesia frente a este mundo y el tipo de pensamiento católico que va inspirar el movimiento y, en un tercer momento, presenta las realizaciones del Catolicismo Social que van, de un lado, a hacer avanzar sus postulados teóricos y ejercer un papel preponderante en el proceso de depuración y asimilación de los valores de la modernidad y, de otro, a constituirse en los antecedentes de la formulación de la Doctrina Social de la Iglesia.
