Las sucesivas reformas educativas llevadas a cabo en España han conllevado cambios en la concepción del currículo. Determinar qué contenidos se vinculan a cada uno de los niveles educativos es una decisión complicada. Los problemas de competencias, el adecuado reparto de los contenidos y la injerencia de intereses de todo tipo constituyen riesgos de importancia.