La escuela industrial ya no sirve para preparar al ciudadano de la era digital. La finalidad de la escuela contemporánea no puede ser la enseñanza y el aprendizaje de contenidos disciplinares, sino que debe procurar al desarrollo singular de cualidades, capacidades y competencias que ayuden a cada aprendiz a construir su propio proyecto vital y a transitar su propio camino desde la información hasta el conocimiento y desde el conocimiento hasta la sabiduría.