Hoy, en la escuela se habla sin problema del cuerpo y de la mente y, poco, las emociones también encuentran su lugar. En cambio, lo transpersonal se mantiene como algo tabú. La autora apunta algunas sugerencias para enfocar el tema, en el aula, desde la lógica de las personas adultas, desde la ciencia y desde la necesidad de dar sentido a la parte más existencial que todos tenemos.