El presente artículo rescata la noción de quiasmo, conceptualizada por Judith Butler, ya que a través de dicho concepto resulta imposible evadir el carácter corporal de la performatividad. A partir del quiasmo, realizamos una resignificación de la performatividad más atinada frente a su carácter corporal y a sus implicancias políticas. Nos concentramos en dos de éstas: una, respecto a la producción de conocimiento en ciencias sociales; otra, respecto a la participación en la vida sociopolítica. Se concluye que ambas convergen en una línea positiva de la biopolítica.