"Tengo un cáncer". Así empieza la carta que marta envía a su clase poco después de saber que padece una enfermedad que, durante varios meses, la mantendrá alejada de su centro de Secundaria. Su vida cambia radicalmente y su mundo se rompe. Pero profesorado y alumnado puede contribuir a mitigar esa ruptura si hacen que se sientan una más del grupo, tanto durante su ausencia como en el momento de reincorporarse al centro educativo.