Para Freire, la cultura es una característica de la condición y la experiencia humana, pero también es acción para la libertad, es decir, es acción y transformación. Aparentemente, estaríamos ante dos usos distintos e incluso dispares del término, uno filosófico y conceptual que define la cultura en relación con las concepciones ontológicas sobre lo humano, que pone el uso del término en el sentido de la praxis y le asigna una intencionalidad política.