En un contexto caracterizado por la volatilidad de la información, la incertidumbre sobre el futuro y la complejidad y ambigüedad del mundo educativo, los docentes de Enseñanza infantil y primaria viven su trabajo con perplejidad. Convertirse en educados implica adentrarse en una permanente renovación: de actividades de objetivos y de relaciones con la comunidad. se impone una renovación metodológica.