La expresión que experimenta el globo con el que cierra una botella, con trozos de fruta dentro, son el punto de partida de varios experimentos para averiguar de qué se alimentan los microbios y la cantidad de azúcar que contienen distintos tipos de fruta. El proyecto, realizado de forma continua por dos clases, implica el uso de instrumental variado para medir magnitudes diversas: capacidades, longitudes, pesos y volumen.